Preguntas frecuentes
Aprenda algo más sobre el uso del efectivo como herramienta de asistencia humanitaria por parte del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Si su pregunta no aparece listada aquí o si desea más información, también puede revisar la sección dedicada a Recursos.
Preguntas
¿Qué es una «distribución de efectivo o cupones»?
¿Cómo se distribuye el efectivo o cupones entre las personas?
¿En qué gasta el dinero la gente?
¿Pueden siempre las personas decidir dónde y cómo gastan su dinero?
¿No existe algún tipo de riesgo de fraude en este tipo de distribución de la ayuda?
¿Cómo se sabe que las distribuciones de efectivo y cupones son realmente eficaces?
¿Qué ocurre si alguien compra con su dinero un producto no útil?
¿Qué pasa si alguien necesita más que simplemente dinero?
¿Es posible utilizar efectivo y/o cupones en zonas en conflicto?
¿Cómo se decide quién «es apto» para recibir efectivo o cupones?
¿Qué pasa con las comunidades muy rurales? ¿Dónde compra la gente las cosas?
¿Cuanto dinero se entrega por persona o familia?
¿Cómo sabemos si los programas con transferencias de efectivo están funcionando?
¿Se paga a compañías privadas por distribuir el dinero?
¿Quiere esto decir que las otras formas de distribuir ayuda no son efectivas?
Respuestas
¿Qué es una «distribución de efectivo o cupones»?
Una distribución de efectivo y/o cupones es una de las principales vías por las que puede distribuirse ayuda humanitaria a las personas que se encuentran en situaciones de crisis. Tradicionalmente, la ayuda «en especie» (como mantas, tiendas de campaña, alimentos y otros efectos) ha sido la fórmula de ayuda preferida. Una distribución de efectivo y/o cupones es, en esencia, lo mismo, pero en lugar de productos lo que se distribuye entre las personas es una cantidad de dinero o cupones que pueden destinar a comprar bienes de primera necesidad en los mercados.
¿Cómo se distribuye el efectivo o cupones entre las personas?
Una distribución de efectivo o cupones puede adoptar múltiples formas: transferencias monetarias, transferencias electrónicas, cupones o dinero por trabajo. Cada forma tiene sus ventajas y sus desventajas: por ejemplo, los cupones garantizan que las personas destinan las cantidades que se les asignan exclusivamente a determinados bienes seleccionados, pero en determinadas situaciones pueden restringir enormemente los productos que pueden comprar. Las transferencias electrónicas a través de teléfono móvil o banca electrónica implican que se pueda hacer un seguimiento del gasto casi en tiempo real, pero en los lugares en los que el número de cajeros automáticos es limitado pueden no ser la mejor fórmula para distribuir el efectivo.
El mecanismo de distribución del efectivo o cupones está vinculado al contexto local, a las necesidades de las personas y al nivel de seguridad de la distribución de efectivo en una situación concreta, tanto para nuestro personal y nuestros voluntarios como para las personas a las que ayudan.
¿Es esta una forma segura de ofrecer ayuda a las personas? ¿No es más probable que sean objeto de atracos, especialmente si se les entrega el efectivo en un sobre?
Sin lugar a dudas, la seguridad es algo que ha de tomarse en consideración a la hora de decidir si el PTM es una opción de respuesta adecuada. Debemos valorar si las transferencias monetarias son más o menos peligrosas que otras formas de ayuda. Algunas personas creen que el dinero es más peligroso, pues pone a las personas ante el peligro de sufrir un robo. Sin embargo, los paquetes de comida y los materiales de construcción son efectos muy visibles, y eventualmente susceptibles de resultar atractivos para el robo o para desencadenar actos violentos. El PTM es más discreto. El PTM puede consistir en dinero físico, entregarse en forma de tarjeta o incluso de cupones. Ello significa que, cuando estamos operando en una zona con una elevada tasa de criminalidad y con altos niveles de robos a personas, podemos optar por utilizar cupones. Teniendo en cuenta que los lugares donde se pueden canjear estos cupones son limitados, la probabilidad de que sean robados disminuye. La seguridad de nuestro personal y de nuestros voluntarios ha de ser tenida igualmente en cuenta en todo momento, y, en este sentido, si hubiera de entregarse PTM en persona, ¿ello generaría un riesgo mayor que otras formas de ayuda?
¿En qué gasta el dinero la gente?
Las cosas en que las personas pueden gastar su dinero son múltiples y muy diferentes. Por ejemplo, algunas personas pueden comprar alimentos para su familia, pagar la renta, o incluso utilizar su dinero para acceder a cuidados sanitarios o a centros educativos. Algunos de los refugiados sirios con los que trabajamos en Líbano, por ejemplo, nos cuentan que usan sus asignaciones en efectivo para asegurarse de que sus hijos puedan asistir a la escuela. Otros las destinan a medicamentos para sus hijos enfermos. En otras situaciones, las personas pueden decidir destinar su dinero a la reconstrucción de sus casas, por ejemplo, tras los huracanes Irma y María, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja facilitó ayudas en efectivo a más de 700 familias de las Islas Vírgenes Británicas, lo que permitió a las personas reconstruir sus vidas, a su ritmo y en la forma más operativa para ellos. La gente puede decidir adquirir herramientas, como redes de pesca u otros materiales para poder así volver al trabajo rápidamente; otros pueden dedicar su dinero a comprar alimentos o a acceder a servicios tales como los cuidados sanitarios o la educación.
¿Pueden siempre las personas decidir dónde y cómo gastan su dinero?
La asistencia en PTM puede estar o no sujeta a restricciones, lo que significa que las personas pueden tener limitadas las opciones a la hora de poder comprar bienes con el dinero, o bien gozar de total libertad para decidir. En algunos lugares, la elección debe orientarse hacia la limitación de los tipos de bienes que las personas pueden comprar: por ejemplo, en un programa agrícola que tenga como fin aumentar el rendimiento de los cultivos puede restringirse el uso de PTM a la adquisición de herramientas. En estos casos, el gasto de los PTM se limita no porque no confiemos en las personas, sino porque nuestras evaluaciones demuestran que invertir en determinados ámbitos genera los mejores resultados para la gente y constituye la forma más eficiente de prestar ayuda. Otras agencias, o incluso el gobierno, pueden estar ya ofreciendo ayudas en PTM o en especie no restringidas que permitan cubrir otras necesidades. Algunas veces debemos desarrollar programas de dinero por trabajo. Esto implica que conseguimos que las personas regresen al trabajo, ayudándoles así a ayudar a su comunidad.
“Ejemplo: Un terremoto de 7,8 grados de magnitud sacudió Nepal el 25 de abril de 2015. Exactamente 17 días después se produjo una réplica de 7,5 grados de magnitud. Fallecieron aproximadamente 9.000 personas, más de 800.000 edificios sufrieron daños o fueron destruidos, y muchas personas se quedaron sin medios con los que ganarse la vida.
Ubicado sobre la falla tectónica que separa las Placa Euroasiática de Índica, Nepal corre riesgo de sufrir nuevos terremotos. De hecho, los expertos han predicho que en el futuro se producirá un terremoto aún más fuerte, por lo que «reconstruir de forma segura» se ha convertido en el mantra de Nepal.
Un proyecto de formación para albañiles financiado por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ofreció a la población la oportunidad de aprender a construir viviendas más seguras con técnicas que ayudan a reducir el riesgo de daños derivados de futuros terremotos. Al mismo tiempo, las personas obtenían ingresos y reconstruían poco a poco lo que habían perdido.
El efectivo sin restricciones implica que las personas tienen la oportunidad de decidir lo que quieren comprar. A menudo es la fórmula más eficiente para garantizar que puedan cubrir sus necesidades básicas, pues son ellos quienes mejor conocen sus necesidades y las de sus familias, y también quienes mejor saben dónde conseguir los productos que necesitan y cómo transportarlos. El efectivo puede destinarse a servicios en lugar de a bienes, por ejemplo, para ayudar a las personas a acceder a servicios sanitarios, o para cubrir las tasas escolares de sus hijos.”
¿Cómo se restringe el PTM?
Esto es algo que puede hacerse de diferentes maneras: la más sencilla es imponer limitaciones a la forma en la que las personas pueden gastar su dinero. Por ejemplo, si identificamos que la personas necesitan apoyo en PTM para recuperar su sustento (la forma en la que obtienen sus ingresos) podemos determinar las condiciones en las que las personas han de gastar su dinero. Pueden concederse donaciones parciales, de manera que la gente siga siendo libre de destinar el dinero a lo que quiera, pero teniendo que acreditar, antes de obtener el pago del siguiente plazo, que invierten el dinero en ámbitos que previamente hayamos identificado. Esto nos ayuda a hacer un seguimiento de la forma en la que las comunidades se van recuperando y a garantizar que las subvenciones en PTM son útiles no solo para la persona beneficiaria de la misma, sino también para el mercado y para la comunidad en su conjunto. Otra forma de establecer restricciones a la forma en que las personas usan el PTM es mediante el sistema de cupones: los cupones pueden estar limitados a determinados comercios o mercados, o a ciertos productos.
“Ejemplo: La devastación que causó el ciclón Sidr en Bangladés en el mes de noviembre de 2007 afectó gravemente a la vida de millones de personas. Con vientos que alcanzaron velocidades de 260 km por hora y fuertes lluvias, el ciclón causó una destrucción masiva, siendo la cifra oficial de muertos de 3.447. Inmediatamente después de la respuesta de emergencia, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja diseñó un programa para permitir que algunas de las comunidades más gravemente afectadas empezaran a reconstruir sus vidas. Una parte esencial del programa en su conjunto fue el programa de medios de vida (ayudando a las personas a volver al trabajo), que ayudó a los miembros de la comunidad a restablecer sus medios de vida.
El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ofreció subvenciones en PTM condicionadas para que la gente pudiera reparar o sustituir sus activos. Recibieron ayuda unas 25.000 personas, y entre todos hicimos posible que recuperaran sus medios de vida. Antes de recibir las subvenciones, exigimos que los beneficiarios asumieran el compromiso de destinar el dinero a los medios de vida que hubieran elegido para abrir una cuenta e invertir un determinado porcentaje de los beneficios.”
¿No existe algún tipo de riesgo de fraude en este tipo de distribución de la ayuda?
“Los riesgos de la asistencia en PTM han sido ampliamente estudiados, y no existen evidencias que sugieran que el fraude es superior en las transferencias monetarias que en otras formas de ayuda. Todos los programas humanitarios, impliquen o no PTM, llevan implícito un cierto grado de riesgo. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja presta gran atención a la supervisión de las distribuciones de PTM, y únicamente las lleva a cabo cuando resulta la forma más eficiente y efectiva de prestar ayuda a las personas en situación de crisis.
El PTM puede suponer un mayor riesgo al resultar más atractivo para su sustracción, y más fácil de desviar. Sin embargo, los programas de transferencias monetarias pueden presentar diversas ventajas a la hora de reducir y gestionar el riesgo de fraude: el seguimiento del dinero objeto de transferencia a través de sistemas de pago electrónico (móviles, tarjetas bancarias o bonos electrónicos) resulta más sencillo que el dinero o los bienes que se entregan físicamente, lo que significa que cualquier fraude o desvío es más fácil de detener.
El uso de pago móvil, tarjetas inteligentes y agentes para las transferencias de dinero permite evitar la necesidad de transportar el PTM hasta los beneficiarios, o de que estos tengan que trasladarse hasta el punto de distribución, reduciendo de forma significativa el riesgo de distracción en comparación con el que se deriva de la distribución de ayuda en especie o de dinero físico. Ello permite mejorar la seguridad del personal y de los beneficiarios, que no necesitarán desplazarse atravesando zonas inseguras para entregar la ayuda o para acceder a ella. Esto ha hecho que las transferencias electrónicas sean una forma de ayuda factible en contextos en los que la ayuda en especie, o el metálico físico, no resultaban idóneas. Las transferencias monetarias suponen riesgos de corrupción diferentes. Los riesgos de corrupción relacionados con el almacenamiento y transporte de mercancías son elevados; el uso de PTM en lugar de las distribuciones en especie evita algunas de estas oportunidades de corrupción. No obstante, el PTM también puede ser (y ha sido) objeto de corrupción, incluyendo por parte de las agencias y del personal encargado de transferir el dinero, que pueden conspirar para desviar los fondos.”
¿Por qué el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja distribuye efectivo y cupones?
“En el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja nos esforzamos por satisfacer las necesidades de las personas en la forma más eficiente y efectiva posible. La asistencia en PTM constituye una herramienta útil cuando los mercados locales siguen en funcionamiento y permiten satisfacer la demanda de bienes de primera necesidad. Las necesidades de las distintas personas y de los distintos hogares no son siempre las mismas. Tener la opción de decidir qué comprar en un momento de necesidad no solo tiene sentido, sino que juega un papel esencial a la hora de preservar la dignidad de las personas.
Las distribuciones de PTM nos permiten llegar a la gente de forma rápida tras un desastre. Por ejemplo, cuando las carreteras están impracticables pero los mercados siguen funcionando y la gente tiene acceso a mecanismos de retirada de efectivo, las transferencias bancarias por medios electrónicos suponen a menudo una fórmula adecuada para llegar a la gente rápidamente.
Volver al trabajo es una prioridad fundamental para las personas que han sufrido una situación de crisis, ya sea un terremoto o un conflicto. Los PTM pueden ayudarnos a que vuelvan a sus vidas tan pronto como resulte posible, haciéndoles más fuertes ante futuros desastres.
En Nepal, por ejemplo, los PTM fueron una parte decisiva de la respuesta de emergencia mundial del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, junto con la provisión de víveres, agua y saneamiento, servicios sanitarios y elementos básicos para el hogar. Tan solo dos meses después del terremoto, más de 41.000 familias recibieron donaciones en PTM no restringidas para comprar los materiales de protección que necesitaban desesperadamente. Los pagos posteriores realizados entre diciembre de 2015 y enero de 2016 ayudaron a más de 50.000 familias a comprar ropas de invierno y mantas. Algunas de las familias más vulnerables de las zonas rurales recibieron también donaciones para herramientas y semillas que les ayudaran a recuperar sus medios de vida.
Teniendo en cuenta que la provisión de PTM sin restricciones en situaciones de emergencia es cada vez más común, la experiencia de Nepal ha demostrado que cuando los mercados locales aún están en funcionamiento el PTM constituye una forma rápida y efectiva de ayudar directamente a las personas que sufren necesidades en aquellos momentos en que las infraestructuras clave han sufrido cortes o daños y hacen que la distribución de suministros resulte costosa y difícil (especialmente en zonas remotas y montañosas).
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¿Cómo se sabe que las distribuciones de efectivo y cupones son realmente eficaces?
“Siendo como somos una de las mayores y más tradicionales organizaciones humanitarias, basada en los principios de humanidad, nos tomamos muy en serio la forma en la que prestamos ayuda. Necesitamos llegar a la gente de la forma más rápida y eficiente que resulte posible, y estamos constantemente aprendiendo y revisando cómo hacerlo, todo ello basándonos en evidencias.
Todo lo que hacemos se base en las evaluaciones iniciales y una planificación detallada, y contamos con equipos especializados que trabajan para garantizar que ello sea así. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está compuesto por 17 millones de voluntarios y 250.000 miembros del personal, todos con diferentes cualidades y experiencias en la ayuda a personas en crisis. Trabajamos con algunas de las personas más experimentadas en la gestión de crisis humanitarias, que conocen y tienen una experiencia de primera mano a la hora de valorar los beneficios de facilitar distintos tipos de ayuda, sea a través de donaciones en PTM sea mediante cualquier otra forma de asistencia, como agua, materiales, alimentos o servicios sanitarias. Escuchamos sus consejos muy atentamente.
Durante la hambruna de Somalia en 2011, que acabó con la vida de más de un cuarto de millón de personas, las agencias de ayuda utilizaban agencias de envíos para hacer llegar transferencias bancarias a más de 1,5 millones de personas, ayudándoles a sobrevivir y a recuperarse. Distintas organizaciones llevaron a cabo investigaciones sobre la asistencia en PTM. Por ejemplo, el Overseas Development Institute (Instituto de Desarrollo de Ultramar) destacó los beneficios de distribuir ayuda en forma de PTM, llegando a afirmar que las transferencias monetarias eran una de las herramientas más buscadas y más rigurosamente evaluadas de la ayuda humanitaria.
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¿Qué ocurre si alguien compra con su dinero un producto no útil?
“Muchas de las preocupaciones sobre el PTM giran en torno a la percepción de que los PTM pueden destinarse a comprar cualquier cosa, mientras que los bienes en especie no pueden venderse. En la práctica, esta premisa se muestra a menudo errónea, pues las transferencias en especie son con frecuencia objeto de venta para acceder a otros productos más deseados, o para conseguir efectivo.
El mal uso del efectivo es un argumento al que acuden recurrentemente quienes se oponen a las transferencias monetarias, pero las pruebas demuestran que eso rara vez ocurre. De hecho, existen datos que sustentan el argumento de que el efectivo no conduce a la compra de productos como alcohol o tabaco. Casi sin excepciones, los estudios han venido demostrando que el impacto del gasto en las llamadas «tentaciones» no es significativo, y que, de hecho, las evidencias sugieren que el gasto en estos bienes se reduce cuando la forma de respuesta a la situación de crisis es una transferencia monetaria.
Las pruebas sugieren que los programas de transferencias monetarias y en especie presentan riesgos muy similares. A menudo se ha descubierto que las ayudas en especie son objeto de venta para comprar otros productos más deseados.
Las pruebas demuestran que las personas compran aquello que más necesitan. El Overseas Development Institute descubrió que las personas utilizan la mayor parte de su dinero de modo muy previsible (durante la hambruna de Somalia, las transferencias monetarias fueron destinadas a la compra de comida y a la devolución de préstamos). Algunas veces aparecen sorpresas: en Líbano, por ejemplo, mientras que ACNUR proporcionaba efectivo a los refugiados sirios para que hicieran frente a las duras condiciones invernales, la mayoría destinó sus ingresos a la compra de agua y comida, pues es lo que más necesitaban. No es que no necesitaran combustible, sino que había otras cosas que necesitaban de forma más imperiosa. El elemento de la elección es crítico: los PTM permite que las personas tomen sus propias decisiones en lugar de que sean las agencias las que les digan qué es lo que más necesitan.
No debemos olvidar que estamos hablando de personas que están pasando por los peores momentos de su vida: hambrunas, inundaciones, terremotos y conflictos. No puede tratarse a estas personas con menos dignidad o respeto que a cualquier otra. Saben mejor que nadie cómo cuidar de sí mismos y de sus familias, y organizaciones como el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tienen experiencia y especialización en ofrecer cuidados y ayuda de la forma más eficiente y digna posible. Asumir que las personas a las que ayudamos utilizarán el PTM de forma «poco útil» es erróneo.
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Antes de poner en marcha un programa, sea para ofrecer efectivo, cupones o ayuda en especie, como paquetes de comida o mantas, toda la logística es objeto de valoración y evaluación. Si decidimos que la gente tiene que viajar a zonas alejadas para visitar un mercado, evaluamos el transporte público, y si este es accesible, seguro, y asequible. También tenemos en cuenta las consideraciones de la gente al respecto.
¿Qué pasa si alguien necesita más que simplemente dinero?
Los PTM no son la solución para todo. En algunos casos, los PTM son solo una parte de la respuesta el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En Jordania, por ejemplo, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y Media Luna Roja de Jordania están ofreciendo formación vocacional a mujeres vulnerables, refugiadas sirias y jordanas, para ayudarles a ser más independientes y a conseguir ingresos para sus familias. Estas mujeres reciben también ayuda en efectivo para complementar sus ingresos y para que puedan mantenerse: estas mujeres serán más fuertes gracias a la capacitación aprendida y, al mismo tiempo, precisarán menos ayuda por nuestra parte.
¿Qué pasa con las comunidades muy rurales? ¿Dónde compra la gente las cosas?
“Los mercados funcionan incluso en las comunidades muy rurales, y puede ayudarse a la recuperación mediante distribuciones de efectivo y cupones, que permitirá que la gente pueda volver a la normalidad rápidamente. Todo ello se valora cuando accedemos en un primer momento a la crisis y planeamos la mejor forma de dar una respuesta.
Los PTM pueden destinarse también a reconstruir comunidades rurales que han sido víctimas de un desastre. Por ejemplo, en Nepal, tras el devastador terremoto de marzo de 2015, trabajamos conjuntamente con la Sociedad de Cruz Roja de Nepal para distribuir efeectivo para comprar semillas y herramientas que permitieran a los granjeros volver a tomar las riendas de sus vidas. Los granjeros pudieron comprar sus herramientas y semillas en los mercados locales, reinvirtiendo así en su comunidad y, en consecuencia, volviendo a poder trabajar sus cultivos para alimentar a sus familias y vender sus productos, una vez más, en esos mismos mercados.
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¿Es posible utilizar efectivo y/o cupones en zonas en conflicto?
Resulta fácil entender por qué la gente piensa que los PTM resultan imposibles en contextos de conflictos difíciles. Deben hacerse cuidadosas evaluaciones sobre la seguridad y sobre cómo el PTM podría incidir en los mercados o en las relaciones locales. Pero si existen mercados y se puede satisfacer la demanda, los PTM seguirán siendo un mecanismo eficaz para hacer llegar la ayuda. En algunos casos, por ejemplo cuando hay problemas para acceder y distribuir ayuda en especie, los PTM constituyen una solución. En todas las crisis es importante ayudar a las personas en la forma que ellas consideren más útil para sí mismas. El mero hecho de que alguien esté pasando por una situación de crisis de la que no tenga culpa alguna no significa que tengan que perder su autonomía o su dignidad. Escuchamos a las personas que reciben nuestra ayuda y valoramos la situación con el fin de determinar la forma más eficiente en que podemos ayudarles.
¿Cómo se decide quién «es apto» para recibir efectivo o cupones?
Cada crisis es diferente, pero dos principios presiden todas las distribuciones de ayuda: la necesidad y la vulnerabilidad. Nuestros equipos de especialistas de PTM trabajan con los socios locales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para determinar quiénes son los más necesitados. El personal del proyecto tiene también en cuenta el importe de fondos disponible y los niveles de necesidad y vulnerabilidad para tomar entonces una decisión sobre quién es apto para recibir efectivo o cupones.
¿Cuanto dinero se entrega por persona o familia?
La cantidad de dinero que se entrega a cada persona varía de una crisis a otra y de un país a otro. A la hora de calcular el importe de la transferencia monetaria que se entrega han de tenerse en cuenta múltiples factores como las fluctuaciones de moneda, el estado del mercado, los ingresos medios por hogar, o incluso la estación del año, pues puede afectar a la cosecha y al rendimiento. Tenemos que ser responsables a la hora de proporcionar cualquier tipo de ayuda. Nuestro objetivo es ayudar a las personas que están en situaciones de crisis, pero no debemos perder de vista la forma en que esta asistencia afecta a la economía o a los mercados locales.
¿Cómo sabemos si los programas con transferencias de efectivo están funcionando?
Realizamos valoraciones periódicas de todos nuestros programas en el extranjero, ya sean de asistencia con efectivo o cupones o en cualquier otra forma, para analizar su eficiencia y su eficacia. Esto lleva consigo un importante sistema de supervisión y evaluación.
¿Se paga a compañías privadas por distribuir el dinero?
Trabajamos en colaboración con proveedores financieros locales, como pueden ser entidades bancarias o compañías de telefonía móvil, comunicaciones, o envíos locales.
Si este método de distribución de ayuda es tan bueno, ¿el dinero gastado en mantas, alimentos y otros productos ha resultado ser una pérdida de tiempo?
La utilización de distribuciones de efectivo y cupones se ha incrementado a lo largo de los últimos años, a medida que las agencias de ayuda humanitaria han venido reconociendo su potencial para llegar a más personas y ayudarlas de forma más adecuada. Esto no significa que la ayuda en especie haya sido una pérdida de tiempo, pues a menudo las distribuciones en efectivo funcionan mejor si se ofrecen conjuntamente con ayudas en especie, y, en algunos contextos, la ayuda en especie puede resultar más adecuada. No obstante, igual que sucede en otros ámbitos, el sector humanitario está constantemente buscando mejorar e innovar la forma en que trabaja. El efectivo como ayuda constituye, simplemente, una de tales innovaciones.
¿Quiere esto decir que las otras formas de distribuir ayuda no son efectivas?
Cada crisis es diferente, al igual que el abanico de opciones de que disponen las agencias humanitarias para dar respuesta a cada una de ellas. Al principio de una crisis valoramos la probabilidad de que una intervención sea efectiva, teniendo en cuenta lo que sabemos de la situación concreta. Algunas veces la intervención será en efectivo o cupones, otras las donaciones en especie o la prestación de servicios seguirán siendo la forma de ayuda más eficaz.